domingo, 21 de noviembre de 2010

Lobos paseadores

Los lobos pasean por los jardines. Jardines apagados y sin vida. Los lobos cuidaban mi castillo de la noche. Los lobos le aullaban a la luna, advirtiéndola de que en mi reino ella no era bienvenida. Los lobos aullaban a las estrellas, pidiéndolas que me trajeran luz. Los lobos vigilaban toda la noche en mi castillo infranqueable. Y por el día, ellos se tumbaban a mis pies. Se acurrucaban en mi regazo y me lamían las manos. Por el día, ellos eran mis amigos, mis amigos fieles. Pero a pesar de que se sentían bien dentro del castillo, ellos no dejaron de ser nunca lobos paseadores, lobos deseosos de caminar y caminar hasta que sus patas no les sostuvieran.

5 comentarios:

  1. Me gustan los lobos.
    Por naturaleza son tan inteligentes como salvajes.
    Pero, éstos me gustan aún más...

    ResponderEliminar
  2. Los lobos, todos se apartan de ellos temiendo sus dientes, incapaces de ver más allá. Incapaz de vislumbrar su soledad. Aunque seguro que ahora se sienten menos solos, ahora que saben que te tienen a ti, Noe, como amiga.

    ResponderEliminar
  3. Tampoco vendría mal que esos lobos hablaran con ella, seguro que algo le sacarían.
    TQ

    ResponderEliminar
  4. Pol que cosas dices. ¿Cuando has visto tú a un lobo hablando?
    =)

    ResponderEliminar
  5. Parece mentira que tu me lo preguntes.
    Poesia eres tú
    TQ

    ResponderEliminar