miércoles, 18 de mayo de 2011

Dentro del bosque.

No tenía muy claro hacia donde me tenía que dirigir, pero algo en mi cabeza me ordenaba la ruta a seguir. El lobo también parecía saberlo, pues de vez en cuando se adelantaba y me guiaba por el bosque. Los árboles se apartaban para dejarnos pasar, con un silencioso respecto que me hizo pensar que quizá mi viaje era más importante de lo que yo creía. Era alucinante. Parecía que todo el bosque conocía hacia donde me dirigía y todos me apoyaban. Así que, caminé con más energías, decida a llegar hasta el final y ver por mí misma que era eso tan importante.

jueves, 5 de mayo de 2011

El bosque

El bosque era profundo y oscuro. El invierno estaba terminando y algunas flores habían empezado a nacer. Hacía viento. Un viento suave que no era el suficiente como para hacerme sentir frío. Un viento que me resultaba agradable después de pasar tanto tiempo encerrada en mi castillo. Los insectos curiosos revoloteaban a mí alrededor, preguntándose quién era yo y qué hacía allí. Me detuve por unos instantes y cerré los ojos. Escuché los murmullos de los árboles y las canciones que entonaba el viento. Era mágico y eso me hizo sonreír. El lobo golpeó con su hocico mi pierna suavemente, indicándome que tenía que seguir andando y así lo hice.